Pequeños hábitos nocturnos: “Me sumerjo y envuelvo mi cuerpo desnudo en mis sábanas”

Reflexionar sobre sus gestos nocturnos transporta a Laurent a su infancia. «Si bien no soy Superman durante el día, me convierto en Superman en el momento en que me sumerjo en la cama», describe este cincuentón. «Mi transformación ocurre cuando, tras haber enrollado mi ropa hasta el otro extremo de la habitación, me sumerjo y me envuelvo desnudo en las sábanas». Entonces se desenrolla de esta forma que tiene de envolverse. En este punto de inflexión, cuando su cuerpo permite que su cerebro «cambie», le da la espalda a su día. Una señal para él de que la noche puede comenzar y, confiesa, de que puede «por fin recuperar» su identidad.
La parte del edredón que le pertenece en la cama que comparte con su esposa, Laurent (las personas citadas por su nombre solo pidieron el anonimato; él no quiso dar su apellido) se arropa bajo su cuerpo, para sentirse como si estuviera en un saco de dormir. "Ha sido así desde pequeño", dice desde Bayona (Pirineos Atlánticos), donde trabaja en la administración de un instituto. Desnudo, "más vulnerable, pero finalmente protegido", saboreando la frescura de su edredón en cuanto se desliza en él, se siente "por fin libre para [ desprenderse] del sistema de restricciones y mandatos de [su] rica, pero estresante vida cotidiana". Para que nada se escape de su capullo, se arropa con fuerza. "Perdí a mi madre muy joven, carecí del amor maternal, no recuerdo que me acunaran, ahora que lo pienso. ¿Quizás tuve que aprender a abrigarme?
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